lunes, 13 de septiembre de 2010

gómel (Natalia Litvinova)


mi abuelo lo único que hacía era afeitarse y temblar

frente al televisor.


mi padre todas las mañanas se perdía en el campo,

transformado en un punto tridimensional de la nieve.


regresaba con una sonrisa mística en su rostro y nadie

sabía por qué.


en verano también esa misma sonrisa y frutillas

en sus manos, en primavera frambuesas.


la sonrisa de mi padre traía frutos maravillosos.


mi abuelo temblaba cada día más, su cabeza recaía

como mandolina y se erguía como un piano.


un día mi padre regresó con manzanas


mi abuelo dio con la clave del silencio.

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